Días de ira
Viertel, Alberto Leído apresuradamente, "Días de ira" podría parecer un relato pornográfico. Craso error: desde la misma dedicatoria (a mi perra Frida, la única hembra que conozco cuya lealtad no me inspira duda alguna, de momento), la angustia se enseñorea del texto, una angustia que se intuye implacable y que no es más que el trasunto de un drama personal originado en una ausencia. En relación a lo específicamente sexual, Alberto Viertel se limita a contar l...